Visión

        Misión

Declarar las buenas nuevas de salvación a las naciones llevando un mensaje cristocéntrico Un ministerio que se caracteriza por la entrega, el carácter, la fe, la pasión y la consistencia; llevando a cabo la conquista y la preparación del terreno para el gran avivamiento prometido en la palabra de Dios, enviado a trazar el orden de la iglesia y llevar a cabo la visión que Dios le reveló de levantar un ejército de lideres para alcanzar y ganar esta generación y las venideras, dejando un legado reformador y restaurador al cuerpo de Cristo.
Tiene como principal misión llevar a todas las naciones un mensaje de Restauración, Renovación, Salvación, Unidad y Amor; el apoyo a nuestra comunidad con programas comunitarios y fortaleciendo a través de la Fe nuestros hermanos, con una poderosa plataforma bíblica y La Unción Apostólica y Profética para transformar las atmósferas de las regiones que son tocadas por Dios a través de este Ministerio. Bajo este enviamiento del Señor a establecer El Reino de Dios en la tierra, produciendo así una profunda Reforma, transicionando el Cuerpo de Cristo a la restauración de todas las cosas prometidas para los últimos tiempos, a través de su Gracia.
 
 
EVANGELIZAR

Es aquella etapa del proceso de la visión en la que ganamos almas para Cristo. TODO miembro de la iglesia debe ser un ganador de almas. Nuestro evangelismo es sobrenatural, pues no sólo predicamos la Palabra y testificamos, sino que también manifestamos pruebas del poder de Dios a través de milagros, sanidades, palabras proféticas y de ciencia.

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AFIRMAR

Es aquella etapa del proceso de la visión mediante la cual se cimenta, asegura, consolida la decisión del nuevo creyente (NC) y se le da el seguimiento apropiado hasta que desarrolle los fundamentos básicos de su nueva vida en Cristo, para que luego forme parte de un  grupo de discipulado.

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DISCIPULAR

El objetivo de discipular es  enseñar, entrenar, equipar, activar y pastorear ya que se busca el crecimiento constante y continuo de la persona.

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ENVIAR

Líderes son enviados dentro de la iglesia local, con el ADN de esa Casa y equipados con el poder y los dones necesarios para extender el Reino de Dios por medio de desarrollar cada una de las tareas que se le encargan. También, a medida que crecen espiritualmente, pueden ser promovidos y enviados como diácono, anciano o ministro, según el llamado que Dios tenga para su vida.

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